Despedida II

Esta noche estas muy lejos...  Pero tu sombra sigue aquí, tu recuerdo...

No esperaba que las cosas fueran tan difíciles, amargas,  oscuras. El silencio de mi habitación retumba en eco con tu sombra.  Acostada junto a mi. Sonriendo amablemente, enamorada... como la primera vez.

En sus ojos veo pasar los recuerdos...  innumerables momentos felices. Parece que tu sombra dejo atrás todas las veces que lloraste,  dejando solo las veces que reiste...  que amaste.

Tu sombra... formada por cada recuerdo tuyo me susurra que ya es tiempo de perdonar.  De dejarla partir. Me susurra cuanto me ama y me extraña, justo como lo hiciste tu alguna vez. 

El llanto no se hace esperar. Primero lento,  después rápido y al final un silencio aun mas profundo que el anterior. Tu sombra me abraza, me consuela y se pone de pie. Parece que llego la hora de despedirnos.

"Sólo un minuto más... 
déjame agradecerte por todo...
fue un gran viaje...
cuídate mucho...
te deseo mucha suerte..."

Tu sombra se acerca a la cama y me sorprende con un ultimo beso al mismo tiempo que se desvanece...

Encuentro...

Te mentí..  te vi caminar con tus audífonos.. El tiempo se contrajo hasta convertirse en un momento .. Mis ojos brillaron y tu pelo se movía con  el viento..

Te encontré y al instante te perdí..  Te deje ir.. Caminaste y mis pies no se movían..  No podían alcanzarte.. Porque tenemos caminos distintos.. 

Hoy te encontré pero más bien tu me encontraste.. Me dibujaste una sonrisa..

Pausa

Busqué y busqué en mi bolsillo de letras procurando elegir la palabra indicada... nuestros ojos se perdieron un instante.

La vida me parece tan fugaz en algunos momentos. Creamos recuerdos tan rápido como los olvidamos. El tiempo jamás se detiene, y me deja sin la oportunidad de echar un vistazo al presente.

Por eso una pausa es lo más indicado.  Mis ojos jamás se cansan de ti, de verte reír. Pero nuestros momentos pasan tan rápido. Desearía quedarme un instante atrapado aquí, mirando tu sonrisa, asombrado por esta felicidad, abrumado de nuestro deseo. Desearía capturar este instante y regresar a él cuando haga frío.

Pasaste tu mano frente mio intentando regresarme a la tierra, y poco a poco me recobre. El instante pasó y tu recuerdo perduró en mi. Sonreí dentro pues logré mi objetivo. Un "momento" más para añadir a mi colección.

Mensaje

Observé con una sonrisa tu mensaje de texto por un rato, en mi celular. Intentando escudriñar cada palabra, esperando leer entre líneas… encontrar algún indicio, alguna pista que confirmara el presentimiento que con tanta fuerza deseaba mi corazón.

Es algo patético, odiaba admitir que estuve esperando por tu respuesta todo el fin de semana, revisando cada 5 minutos la pantalla de mi móvil. Y sin embargo, mi alegría fue inevitable al darme cuenta que había valido la espera.. cada hora.. cada minuto.. mientras pensaba fuertemente en ti… En tu mirada.

Tan pronto me recobré escribí sin dudar una respuesta…

                  Para: Christy ^^

                  Yo también te extraño mucho..

Final…

Regresaba a su cuaderno y con el algunas lágrimas, recuerdos inesperados. Tormentas de emociones que solo se calmaban al terminar sus escritos. Sentimientos plasmados en un papel.

Los ojos del artista podían ver matices incluso donde aparentemente no los había. Los tristes matices de una habitación vacía, de un parque sin niños, de un cielo sin nubes. Tonalidades inalcanzables para un pincel.

El olor a tabaco y a café que recordaba a la oficina, eran sus aromas favoritos. La oficina donde trabajaba con ella. 

Nunca en sus 23 años el había sentido algo así por alguien. Quizás  sus ojos claros como el cielo, o su cabello largo largo y negro fueron los que lo arrastraron hasta ahí. Su sonrisa.

Y ahora, todos esos sentimientos, tan fielmente resguardados en sus recuerdos, hacían que él se desvelara de vez en cuando al escribir.

Él… el artista… escribiendo durante noches sin detenerse, caminará por última vez hacia el final de sus recuerdos hoy, en este escrito…

Centro comercial

Realmente no conozco mucho de mujeres, y aunque siempre trato de comprenderlas, de vez en cuando se me escapan situaciones a la explicación racional de las cosas. Como ayer mientras te acompañaba en ese centro comercial, y te veía observar cientos y cientos de objetos.

Nunca me ha molestado acompañarte, pues de alguna manera siempre es agradable pasar tiempo contigo, escuchar tus risas y tus interminables anécdotas diarias, oler tu cabello perfecto y admirar tu infinita sonrisa. Sin duda una experiencia muy divertida para mí.Aunque sigo sin entender tu fascinación por observar tantos mostradores y aparadores repletos de objetos que nunca antes había visto. A veces me da la impresión de ser para ti como uno de esos objetos… (:S)

Un relato corto: La historia de él

Aún lo recuerdo, aquella vez cuando te conocí…

Llevaba un rato intentando que la señora de la cafetería me atendiera, y pedirle como todas las tardes mi café.

Entre toda esa gente era difícil prestar atención a los detalles. Así que, cuando me senté, no me di cuenta de que estabas ahí. Sentada, y tan absorta en lo que hacías, creo que tampoco tu te percataste de mi compañía.

Te observé… mientras escribías en tu cuaderno, ese que tiene pasta oscura y que he visto tantas veces contigo. Escribías y escribías con tus delicadas manos, intentando hacer la mejor letra posible y no equivocarte.

Te observé… y pude ver los rastros escondidos de cicatrices, cicatrices que había dejado el tiempo causados por una vida difícil y dolorosa. Y aún así, ver tu sonrisa sincera, me hace pensar que de alguna forma todo ha valido la pena.

Te veía escribir… y también, al mismo tiempo, escribía silenciosamente una historia en mi mente. Acerca de un chico y como conocía a una chica. De su mirada encantadora.

Te miraba… y deseaba en mi corazón que ese momento durara un poco más.

Yo creo que en el  mundo existen personas con suerte, a quienes las oportunidades se les presentan fácilmente; y también personas como yo, quienes tienen que esforzarse para crear esas oportunidades. Es por eso, cuando preguntaste por mi nombre, supe que esa era mi oportunidad, y tuve la sensación de que algo muy bueno ocurriría.

Aún lo recuerdo, aquella vez cuando te conocí, no… cuando nos conocimos.

Con sueño…

Hace un tiempo que no logro conciliar el sueño, no puedo dormir y cuando lo hago, despierto frecuentemente.

Esto usualmente me trae problemas, pues es difícil concentrarme y mantenerme despierto en clase, sin embargo soy la clase de persona que siempre trata de cambiar de perspectivas. Odio ver las cosas de forma negativa, es por eso tarde o temprano termino encontrando algo positivo en las cosas que parecen malas.Hace un tiempo que no logro conciliar el sueño, un tiempo que quizás se haya convertido en un par de años. Años en los que he transformado la frustración en inspiración y tiempo para escribir, reflexionar y trabajar en algunas ideas.

Pasar las horas despierto por la noche dejó de ser una molestia cuando te conocí. Aprendí a trabajar con hormonas y no con comida… jeje.

Viento

"Tarde.. y con el viento soplando casi fuerte, un buen momento
para caminar, no... para verla caminar..."

Es mi forma favorita para comenzar historias,
es perfecto, pues para mi, es el mejor momento para pensar
y reflexionar las cosas…

También es un buen momento para conversar tranquilamente…
Recuerdo aquella tarde mientras caminabas conmigo y de pronto
te abrazaste a mi… Hacía un poco de viento.

Miles de pensamientos se agruparon en ese momento mientras
formaban una sola palabra en mi mente... tu nombre.
Me hubiera gustado decir algo como…

"tengo que contarte algo, pero no se como decirlo, así que promete que sin importar lo que sea no te soltarás… te quiero mucho… y me gustas mucho, y a veces, cuando me sujetas con esa fuerza, pienso en compartir algo mas que una amistad contigo, pero nuestra amistad es perfecta y tengo miedo de que si algo cambia, la magia que tenemos de pronto se desvanezca y nada vuelva a ser como antes... como cuando suelo verte caminar"

"... tengo un poco de frío.. ¿tú no?"

Un relato corto: Renacimiento

Así que corrió y corrió internándose en el bosque mientras sentía como poco a poco su cuerpo iba cambiando.

Yuna, consternada, pues nunca en su vida había presenciado la muerte de un hada. No sabía que si una persona se acerca mucho, entonces cae bajo un hechizo en el que ella misma se transforma. De cualquier forma, ella huía sin saber el porque de esa sensación, y por qué ese par de creaturas pequeñas y blancas luminiscentes la seguían.

Se asustó cuando una pequeña voz se escuchó, en un idioma que ella jamás había escuchado, y entonces se asustó más, cuando se dio cuenta que había entendido lo que esa voz había dicho. "Detente" escuchó.

Y así lo hizo... y al tiempo que se detuvo se percató entonces que desde ya hace unos instantes había dejado de correr, y sus pies habían dejado de sentir el suelo.

Volaba ligeramente por encima del suelo, y mientras a penas podía reconocer su cuerpo y sus vestimentas, la luna parecía hacerse cada vez más grande, pues volaba hacia ese mundo escondido en el cual algunas historias y cuentos se inspiraban.

Y su destello se perdió desde aquella vez...