Aquella vez, mientras acompañaba a mi amigo en el hospital, me pareció verla. Aclaré mi mirada y confirmé mi sospecha.
Corrí a toda velocidad para alcanzarla antes de que subiera al elevador.
“No la he visto desde hace más de un año, cuando dejé de trabajar con ella. Si fuera a encontrarla de repente, probablemente me forzaría a verla.” Recordé mis palabras en diálogo interno.
Al final la alcancé justo antes de que la puerta se cerrara. Yuna me miró y en un instante acalló todas mis dudas en mi interior.
No hubo palabras… simplemente nos mirábamos el uno al otro.
Y mientras me engañaba pensando que ésta vez las cosas podrían marchar diferente, ella acarició mi corazón con el más doloroso bezo que jamás haya tenido. Pero Yuna no podía quedarse a mi lado, así que simplemente se retiró de aquel lugar.
“Ya lo sabía… es por eso que hice mi mejor esfuerzo por mantenerme alejado de ella, de evitarla. Sabía que si me acercaba a ella otra vez sin las palabras adecuadas, volvería a incrementar la distancia, como ahora.”
“Ya lo sabía… Necesito empezar de nuevo. Otra vez, desde el principio. ¿Cuánto más tengo que… ?”
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