Realmente no conozco mucho de mujeres, y aunque siempre trato de comprenderlas, de vez en cuando se me escapan situaciones a la explicación racional de las cosas. Como ayer mientras te acompañaba en ese centro comercial, y te veía observar cientos y cientos de objetos.
Nunca me ha molestado acompañarte, pues de alguna manera siempre es agradable pasar tiempo contigo, escuchar tus risas y tus interminables anécdotas diarias, oler tu cabello perfecto y admirar tu infinita sonrisa. Sin duda una experiencia muy divertida para mí.Aunque sigo sin entender tu fascinación por observar tantos mostradores y aparadores repletos de objetos que nunca antes había visto. A veces me da la impresión de ser para ti como uno de esos objetos… (:S)